miércoles, 18 de diciembre de 2013

CATEDRAL DE GRANADA

Catedral de Granada

Catedral de la Anunciación de Granada
2002-10-26 11-15 Andalusien, Lissabon 084 Granada, Kathedrale.jpg
Tipo Catedral
Advocación Santa María de la Anunciación
Ubicación Granada, Flag of Spain.svg España
Coordenadas 37°10′34″N 3°35′56″OCoordenadas: 37°10′34″N 3°35′56″O (mapa)
Uso
Culto Iglesia católica
Diócesis Granada
Orden Clero secular
Arquitectura
Construcción 1526-1561
Estilo arquitectónico Renacimiento y Barroco
La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Anunciación de Granada es un templo católico de la ciudad española de Granada, sede de la archidiócesis de la ciudad. El templo es una de las obras cumbres del Renacimiento español.

Historia

1. Catedral
2. Capilla Real
3. Iglesia Parroquial del Sagrario
4. Sacristía.
Nave central, capilla mayor y bóvedas de la catedral de Granada.
Durante el renacimiento, el Reino de Granada, al igual que Galicia, conformó un centro artístico independiente del estilo predominante en el resto de la península, el herrerianismo.
Con el reinado de Carlos I de España se llevarán a cabo numerosas construcciones en la ciudad de Granada, dada la intención del monarca en convertir a la urbe en el modelo de ciudad del siglo XVI. Así la construcción de la catedral de Granada será coetánea a las de el palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la chancillería (actual sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía - TSJA).
Columnas y bóvedas de la catedral de Granada.
El primer proyecto fue encomendado en 1506 a Enrique Egas que concibió un templo de estilo gótico, tomando como modelo la Catedral de Toledo. Las obras comenzaron, bajo la dirección del propio Egas, con la colocación solemne de la primera piedra el 25 de marzo de 1523. Sin embargo, fue Diego de Siloé quien, en 1529, se encargó de las obras, que se concluirán en 1563, presentando un nuevo proyecto mucho más ambicioso. El autor trazó las líneas renacentistas de todo el edificio sobre los cimientos góticos, con girola y cinco naves en lugar de las tres habituales, combinando en su estructura elementos de otros órdenes arquitectónicos.
Con la llegada de la política centralista de Felipe II y, especialmente, con la expulsión de los moriscos de 1609, la región perdió gran parte de su fuerza económica y quedó relegada frente a otros centros locales. Sin embargo, sí se continuó desarrollando proyectos artísticos de importancia. Es el caso de la reforma de la fachada principal emprendida por Alonso Cano (16011667) en 1664 en la que se introdujeron elementos barrocos.
La magnificencia del proyecto hubiese sido aún mayor si se hubieran erigido las dos grandes torres de ochenta y un metros de altura previstas en los planos. El proyecto no fue terminado por diversos problemas, entre ellos la muerte de Alonso Cano en 1667, y otros económicos, por lo que finalmente, en 1684, la Catedral quedó con una torre, formada solo por tres cuerpos en lugar de los seis previstos y con un total de cincuenta y siete metros de altura.
Interior de la catedral de Granada antes de que se suprimiera el coro. Fotografía de J. Laurent, ca. 1881.
En 1706 Francisco de Hurtado Izquierdo y posteriormente su colaborador José Bada construyeron el actual sagrario de la catedral. En él, el autor rompió su tendencia rococó, respetando la sobriedad de líneas y la estructura clásica del resto del conjunto.
Órgano del lado de la epístola.
Columnas y bóvedas

Características

La catedral de Granada es de planta rectangular debido a que sus cinco naves cubren por completo el crucero, que no llega a destacar sobre la planta. Las cinco naves están escalonadas en alturas, siendo mayor la central. En los pies de la catedral, se sitúan las dos torres, siendo la del lado izquierdo, llamada torre de san Miguel, un contrafuerte que sustituyó a la torre prevista en ese lado.
La capilla mayor está compuesta por una serie de columnas corintias sobre cuyo capitel se encuentra el entablamento y sobre éste, la bóveda, que alberga, al igual que los espacios inferiores sobre las columnas, una serie de ventanales con delicadas vidrieras.
La fachada está constituida por una estructura encuadrada en forma de arco del triunfo con portadas y lienzos de empotrados. Está formada por tres ejes coronados por arcos de medio punto sostenidos sobre pilastras, de forma similar a San Andrés de Mantua de Leon Battista Alberti. Las pilastras no tienen capiteles sino resaltes esculpidos en la pared, así como medallones de mármol adosados. Encima de la puerta principal se ubica un tondo en mármol de José Risueño sobre la Anunciación. Destaca también la presencia en la parte superior de un jarrón con azucenas, aludiendo al carácter virginal y puro de la madre de Dios.
El sagrario, elevado entre 1706 y 1759, sigue las proporciones clásicas del conjunto, manteniendo las columnas múltiples del crucero las formas del orden compuesto de Siloé.

Las Capillas

Capilla de la Virgen del Pilar

Fue decorada por Francisco Aguado entre 1782 y 1785 para ser la sepultura del arzobispo Antonio Jorge y Galbán. Cuenta con un retablo central con esculturas de Juan Adán (La Aparición de la Virgen a Santiago, San Jerónimo, San Isidoro, San Antonio), así como el sarcófago y la estatua orante del arzobispo, obra también de Adán.

Capilla de Nuestra Señora del Carmen

Cuenta con un retablo barroco que alberga diversas esculturas procedentes del convento del Carmen. Destacan la imagen de Santa Casilda muerta (círculo de Torcuato Ruiz del Peral), la Virgen del Carmen, obra de José de Mora y las efigies de San Simón Stock y San Elías, de Pedro de Mena.

Capilla de Nuestra Señora de las Angustias

En esta capilla encontramos un retablo ejecutado por José de Bada entre 1737 y 1741, originalmente instalado en el trascoro de la catedral. En esta estructura se albergan la Virgen de las Angustias y una serie de esculturas con imágenes de santos obispos de la mano de Agustín Vera Moreno.

Capilla de Nuestra Señora la Antigua

El retablo de esta capilla es diseñado por Pedro Duque Cornejo (1716) por encargo del arzobispo Azcargorta. La imagen de la Virgen con el Niño es de factura alemana del siglo XV.
Fuera de las diversas figuras que componen el retablo, son destacables los dos lienzos que Francisco Alonso Argüello realizó con sendos retratos de los Reyes Católicos (1649).

Capilla de Santa Lucía

Cuenta con un retablo obra de Gaspar Guerrero. En él se encuentran las figuras de Santa Lucía, San Fernando (Alonso de Mena) y San Roque.

Capilla del Cristo de las Penas

Capilla menor con un Calvario del siglo XVI y esculturas de la Virgen de la Guía (talla alemana del siglo XV) y San Juan Bautista (círculo de José Risueño).

Capilla de Santa Teresa

Contiene un retablo obra de Gaspar Guerrero (1618) con la figura de la santa y cinco pinturas con escenas de su vida, salidos del pincel del hermano carmelita Adriano (1620-1622). En los altares laterales se hallan dos lienzos de Juan de Sevilla: la Inmaculada y un Ángel Custodio.

Capilla de San Blas

En esta capilla se halla instalado un pequeño retablo barroco con la figura de San Blas con un niño a los pies, obra de Alonso de Mena. También cuelgan de sus paredes dos pinturas de Juan de Sevilla representado a San Jerónimo y San Onofre.

Capilla de San Cecilio

Capilla neoclásica diseñada por Francisco Aguado a finales del siglo XVIII y decorada con mármol y esculturas por Miguel Verdiguier.

Capilla de San Sebastián

Está decorada con un retablo de grandes dimensiones con el Martirio de San Sebastián de Juan de Sevilla. Asimismo contiene una escultura del santo, de factura barroca. La acompañan imágenes de Santa Bárbara, San Roque y el Niño Jesús.

Capilla de Santa Ana

Contiene un retablo protobarroco de Gaspar Guerrero (1615), con esculturas de Diego Pesquera y lienzos de Pedro de Raxis. En los laterales, otros lienzos de Luis Sanz y Pedro Atanasio Bocanegra.

Capilla de la Santísima Trinidad

En el centro de esta capilla se halla un retablo destinado a enmarcar diversas pinturas. La mayoría de estos lienzos son del pintor italiano Carlo Maratta; también están presentes obras de José de Ribera y Alonso Cano, aunque algunas son copias.

Capilla de San Miguel

Es esta una capilla decorada en estilo neoclásico por Francisco Romero de Aragón (1804-1807) para albergar la tumba del arzobispo Juan Manuel Moscoso. El trabajo escultórico corrió a cargo de Juan Adán, Narciso Miguel Bueno y Manuel González.
El retablo de la derecha contiene el lienzo con La Dolorosa de Alonso Cano. A la izquiera está el sepulcro del arzobispo, obra de Jaime Folch. Las paredes y bóveda de la capilla están decoradas al fresco por Vicente Plaza de Loya.

Capilla Real

En la Capilla Real se encuentran los restos de los Reyes Católicos.

La Capilla Real de Granada está ubicada en el centro neurálgico de Granada, junto a la Catedral, siendo una de las zonas más visitadas por los turistas. Allí se encuentran enterrados los Reyes Católicos, su hija Juana la Loca y el esposo de ésta, Felipe el Hermoso.

Historia

Los Reyes Católicos escogieron como lugar de enterramiento la ciudad de Granada, creando, mediante Real Cédula de fecha 13 de septiembre de 1504, la Capilla Real. Fue construida entre 1505 y 1517 en estilo gótico y dedicada a San Juan Bautista y San Juan Evangelista.
Comenzó a construirse en el año 1505 por Enrique Egas en estilo gótico. Intervinieron en su construcción, además, Juan Gil de Hontañón, Juan de Badajoz el Viejo y Lorenzo Vázquez de Segovia.
El Museo fue creado en el año 1913. Con el desarrollo del turismo en España en la segunda mitad del siglo XX se convirtió en uno de los centros de atracción turística de la ciudad de Granada. Recientemente se ha producido una restauración con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y de la Fundación Caja Madrid, junto a otras aportaciones públicas y privadas.

Descripción artística

El exterior de la capilla sigue el mismo modelo que el Monasterio de San Juan de los Reyes. Tiene capillas laterales, una nave en bóveda gótica y nervada. Se ve el coro a los pies con arco carpanell y sotocoro.
En el camino al presbiterio se crea un efecto lumínico preconcebido como idea para simbolizar el sol y la luz con la justicia (sentido albertiano-neoplatónico). Existe una jerarquización del transepto dedicado a mausoleo separada por una monumental verja decorada forjada por Maestro Bartolomé.
En el centro del crucero los sepulcros de Isabel y Fernando de Doménico Francelli y los de Juana y Felipe hechos por Bartolomé Ordoñez. Los sepulcros son altos y marcado prioridad casi a la altura de tabernáculo (simboliza la cercanía de los reyes a Dios).

Contenido

Féretros de los Reyes Católicos en la Capilla Real.
Pueden verse en la Capilla Real los sepulcros de:
El sepulcro es obra de Domenico Fancelli.
En otro sepulcro, obra de Bartolomé Ordóñez, están representados:
En la cripta también está el sarcófago del infante Miguel de la Paz de Portugal, nieto de los Reyes Católicos, muerto niño.
Las piezas más destacadas del interior del templo son su retablo Mayor, la reja Mayor y la cripta con los cinco ataúdes de plomo que contienen los restos mortales de los reyes y del pequeño infante, reconocibles cada uno por la inicial de sus respectivos nombres. No obstante, dado que sigue dedicada al culto católico, en determinados momentos no puede visitarse por los turistas.
Puede visitarse, además, la Sacristía-Museo, con el legado de los Reyes Católicos. Destaca su galería de pinturas con obras de las escuelas flamenca, italiana y española, con cuadros de autores como Roger van der Weyden y Hans Memling además de un rarísimo ejemplo de Sandro Botticelli (La Oración del Huerto). Allí hay orfebrería, como la corona y el cetro de los Reyes Católicos; tejidos y libros de la Reina.
En el ángulo que forma la Capilla Real con el Sagrario se construyó, en el año 1518, la Lonja, dedicada a la banca y al comercio. Recientemente se ha rehabilitado y puede visitarse, tanto por su interés arquitectónico (la fachada, los artesonados) como por los objetos que expone en su interior (pinturas, mobiliario).

Maestros de Capilla

Desde su fundación y durante siglos, la Real Capilla contó con maestros que estaban al cargo de la composición de música para las funciones litúrgicas, así como de la dirección de todo lo relativo a su interpretación. Entre las funciones de estos músicos se encontraba, además, la educación de las voces de los infantillos (o seises) y el cuidado del archivo. Para acceder al cargo, los aspirantes debían someterse a concurso público con duras pruebas de composición y conocimientos musicales, cuyo resultado sólo podía ser la concesión de la plaza a auténticos artistas. De entre los legajos que componen el catálogo de música de esta institución destacan, por su número y su extraordinaria prolongación cronológica, los correspondientes a la obra de Antonio Cavallero, que fue nombrado para el cargo en 1757, substituyendo a Pedro Furió, y lo deja oficialmente al morir hacia 1822, cerrando una interesante relación de maestros titulares.

Galería

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