jueves, 19 de diciembre de 2013

CATEDRAL DE VITORIA

Catedral de Santa María de Vitoria

Catedral de Santa María de Vitoria
Torre de la Catedral vieja de Santa María en Vitoria.jpg
Tipo Catedral
Advocación Santa María
Ubicación Vitoria, Flag of Spain.svg España
Uso
Culto Iglesia católica
Diócesis Vitoria
Orden Sin culto (en obras)
Arquitectura
Construcción 1200-siglo XIX
Estilo arquitectónico Gótico
La Catedral de Santa María de Vitoria, conocida popularmente como Catedral Vieja, es un templo católico de estilo gótico situado en la ciudad de Vitoria, capital de la provincia vasca de Álava en España.
Se encuentra situada en la parte más alta de la colina sobre la que se asentó la primitiva ciudad, fundada en 1181 sobre la antigua aldea de "Gasteiz", con el nombre de "Nova Victoria", por el rey Sancho VI de Navarra (Sancho el Sabio), y que dio origen posteriormente a la ciudad actual. Con el nacimiento de la diócesis de Vitoria en el año 1862, adquirió la categoría de catedral. Es conocida como la Catedral Vieja, para distinguirla de la Catedral Nueva, dedicada a la Inmaculada Concepción de María y construida en el siglo XX en estilo neogótico.
Este templo, atendiendo a criterios estilísticos y formales, es discreto y su relevancia la da su compleja construcción y su biografía llena de diversos avatares ligados con la historia e la ciudad. Desde finales del siglo XX (en el año 1994 fue cerrada al público) es objeto de un complejo e integral plan de restauración que ha obtenido diversos reconocimientos internacionales y ha dado relevancia al monumento.1
Este edificio se caracteriza por arrastrar problemas estructurales desde su nacimiento. A raíz del cierre al público se procedió a la realización del Plan Director de Restauración Integral el cual publicó sus resultados en el año 1998 y tiene como característica destacable la visitabilidad de las obras de restauración. El Plan recibió el premio Premio Europa Nostra 2000 en la categoría de estudios excepcionales de restauración. La gestión la lleva a cabo la Fundación Catedral de Santa María' constituida en 1999 por la Diputación Foral de Álava, el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y el Obispado de Vitoria.1 La financiación de los trabajos está apoyada en las aportaciones periódicas de las tres Instituciones presentes en el Patronato y por las realizadas por el Gobierno Vasco mediante convenios suscritos al efecto, lo cual permite acometer la compleja recuperación con la flexibilidad necesaria sin que el rigor metodológico se vea afectado. Así mismo, el Gobierno de España ha apoyado de manera continuada y notable, aunque irregular, una parte de las intervenciones realizadas principalmente en la torre y naves. Posiblemente sea esta manera sostenible de acometer una restauración de manera integral (no sólo estructural sino también atendiendo a nuevas potencialidades funcionales y culturales posibles) mediante una unidad de gestión, algo hasta ahora inusual en el contexto de las Catedrales españolas, puede explicar este apoyo decidido. De facto, en su conjunto, es posiblemente ya la más alta concedida a ningún plan de de catedrales en España. Otros apoyos institucionales y también provenientes del mecenazgo privado están permitiendo, el desarrollo paralelo de un rico programa cultural consolidado en la Ciudad (recuperación de la Capilla de Música, conciertos en las zonas recuperadas, unidades didácticas escolares, conferencias temáticas, etc), de cuyas actividades destaca el programa "Abierto por Obras"(c), lema (y método) registrado por primera vez por la Fundación Catedral Santa María y que ha alcanzado una estimable proyección exterior. Hay ya varias Instituciones (arzobispado de Sevilla en la Colegiata de El Salvador, Comunidad de Madrid, etc.) que han conveniado su aplicación en diversos lugares, según se indica en la página de la propia fundación (www.catedralvitoria.com) y en la ventana con el mismo nombre del Canal Patrimonio de la Fundación Santa María la Real (www.canalpatrimonio.es).

Ubicación

La catedral de Santa María de Vitoria de la denominada llanada alavesa que lo rodea. Se halla dentro del espacio del cerro y entre la zona sur y oeste, está elevada unos 9 metros respeto a la nordeste, a media altura de la ladera. El subsuelo se distingue por tener un elevado volumen de rellenos artificiales para regularizar el piso del interior del edificio. Estos rellenos producen diferencias de altura en la construcción de los cerramientos del edificio por sus diferentes lados.
La catedral formó parte de la muralla medieval, como atestiguan los muros del lado norte, de apariencia maciza y el paso de ronda que recorre todo el edificio, desde el extremo sur del crucero hasta la esquina noroeste del pórtico, circundando toda la girola, el transepto y la nave norte.
El edificio está embutido en una serie de construcciones, algunas de ellas pertenecientes al propio complejo catedralicio, que le quitan el aspecto de "monumento", estó queda acentuado por la ausencia de una fachada referencial.

Descripción

La Catedral de Santa María está constituida por un conjunto de edificaciones diferentes realizadas en diferentes épocas y para diversos usos.
La iglesia de Santa María es el edificio principal y más antiguo del conjunto. Tiene orientación este oeste con una ligera inclinación al norte en el extremo oriental.
La Capilla de Santiago, abierta en el hastial del brazo del transepto en el lado de la Epístola (sur), es en la actualidad la iglesia parroquial de Santa María, que tiene una acceso independiente, desde la Plaza de Santa María.
En el lado sur se encuentra el pórtico absidado que protege la portada y sobre él, en su tercio meridional, se levanta la torre del campanario que se remata con un chapitel alcanzando una altura de unos sesenta metros.
Por el lado oriental se ubican una serie de edificios de servicios, entre los que destaca la sacristía tardobarroca.
El templo presenta planta de cruz latina, con tres naves, la central de mayor altura que las laterales, y cubiertas con bóvedas de crucería, con amplio transepto y cabecera. En su interior tiene cuatro capillas rectangulares y una girola a la que se abren otras tres capillas poligonales. Cuenta, además, con un hermoso y frágil triforio y un pórtico del Siglo XIV que contiene esculturas muy interesantes.

El pórtico

Aspecto del pórtico
La portada del pórtico Santa María está considerada como una de las mejores manifestaciones de la plástica peninsular del siglo XIV. La capilla de la Piedad, construida a instancias del abad Diego Fernández de Paternina en el siglo XVI, lo altera en el lado norte.
Se añadió al conjunto catedralicio en el siglo XV y se modificó en el XVI. En un principio se prolongaron las naves norte, centro y sur en tramos de luces iguales pero se le añadió un fondo absidado en el norte y se amplió la luz en la dirección este-oeste invirtiendo la proporción de los tramos de la iglesia. Se conformó, finalmente, un espacio de tres tramos rectos siendo el del medio de planta ligeramente cuadrada y rematado por un "ábside" pentagonal.
Aspecto del pórtico
El espacio del pórtico se cubre con bóvedas de mayor amplitud que las de las naves del templo que apoyan sobre arcos fajones de traza más chata. Entre sus claves hay una mezcla de terceletes, ligaduras y combados. Las bóvedas primera y tercera, que corresponden a la prolongación de las naves laterales, tienen los nervios rectos, mientras que en la bóveda central y en la del fondo son combados para el arriostramiento de los nervios mediante los medallones.
La portada esta realizada según un esquema de fachada tripartita. En el portal izquierdo se aprecia en su tímpano escenas de la vida de San Gil (estudios iconográficos actuales ponen en duda esta afirmación). Está planteado como una superposición de frisos la cual incrementa la narrativa. En los registros inferiores se representan la salvación de unos marineros y el encuentro con el monarca, en el segundo registro y la resurrección de un niño y la construcción de un monasterio en el tercero. Acompañando a la portada continuan las arquivoltas y pilastras en la composición de los arcos formeros y nervaduras de las bóvedas.
Portada central del pórtico
En el portal central se relata la vida de la Virgen. El registro central trata de la Ascensión, Pentecostés, el viaje de los apóstoles y la muerte de María y se remata con la escena de la coronación de la Virgen por su hijo. El tímpano de este portal está ocupado por una imagen de la Virgen con el niño del siglo XV.
El portal derecho muestra el juicio final. En él se puede observar a San Miguel pesando las almas, las cuales se dirigen, bien a la puerta de la Gloria o al cortejo del infierno.
En las jambas se ubican diferentes imágenes que representan figuras del Antiguo Testamento como Isaías, Ezequiel, Salomón o la Reina de Saba y figuras de santas como Margarita, Magdalena, Marta, etc. Hay también imágenes de la Virgen con el niño, el arcángel Gabriel y la Anunciación. Originalmente todo el pórtico estaba policromado.
Para evitar corrientes de aire se cerraron los vanos que han sido abiertos y cubiertos por cristaleras recientemente.
Mediante un sistema de proyección de vídeo, denominado "el pórtico de la luz" se puede apreciar la evolución de la policromía a lo largo del tiempo, desde el siglo XVI al XX.
Se prevé que una vez finalizada la restauración este espacio se dedique a uso cultural formando parte de la "Agenda Cultural de la Catedral".

La torre

Torre de la Catedral Vieja de Santa María.
Entre los siglos XVI y XVIII se levanta, sobre el primer tramo del pórtico, la torre campanario. Esta torre esta realizada en sillería en su fachada principal, la sur, que da a la plaza y en mampostería en los otros tres lados. Sobre el fuste se construyó una gran cornisa de buena cantería y sobre la que va el cuerpo de campanas de planta octogonal y sobre este el chapitel de madera y teja plana (se tuvo de reconstruir tras la destrucción en un incendio en el siglo XIX).2

Nave

Aspecto del alzado de la catedral desde la nave del Evangelio. Se aprecian el crucero, el transepto, el triforio, los arcos diafragmas y los machones de sujeción y apuntalamiento con motivo de las obras
La nave tiene una superficie de 404 m² con forma de cruz latina y tres naves con cinco tramos, con la central más alta que las laterales. Con capillas laterales, transepto, cabecera y girola en la que se ubican otras tres capillas. La nave está recorrida por triforio y está cubierta por bóvedas de crucería.
En las naves laterales se han realizado capillas entre los arranques de los estribos de los arbotantes. Estas capillas se cubren con bóvedas ovijales apoyadas en robustos arcos.
La nave central, se cubre con bóvedas ojivales, ligeras y sencillas. A sus pies, debido a la remodelación del siglo XVII está realizada con terceletes y ligaduras y sobre arcos de menor sección resistente. La nave se ilumina con ventanas apuntadas en su parte sur que dan a la palza e intramuros y un pequeño óculo en el lado norte.
La restauración de Manuel Lorente, en los años sesenta, realizó una fuerte alteración en los ventanales, en el primer trapo se puso un gran óculo en el testero occidental. Entre el segundo y el cuarto tramo hay seis óculos pequeños iluminan la nave (cuatro de ellos realizados por Lorente) y en el tramo anterior al crucero hay dos ventanales estrechos y altos.
Durante las obras de restauración se ha excavado todo el suelo descubriendo los cimientos del templo y sacando a al luz restos del templo anterior a la construcción actual. Tras la reconstrucción, en el 2012, se recubrirá con un solado definitivo que apoyará en grandes vigas de madera, que a su vez descansaran en los arcos de sillería que enlazan las bases de todos los pilares, dando estabilidad estructural al edificio.
En el subsuelo se han hallado más de dos mil enterramientos, un centenar de ellos pertenecientes a un antiguo cementerio exterior que data de los siglos XI y XII. A partir del siglo XIV se comienza a realizar enterramientos interiores pero sin abandonar el cementerio exterior que funcionó hasta el siglo XVI. A partir del siglo XV se comienzan a realizar por parte de la case social pudiente de la ciudad, mausoleos y capillas privadas en las que las esculturas y las inscripciones son elementos importantes. Ejemplo de ello son las capilla de San Bartolomé, la de la Concepción y la del Santo Cristo.
En 1705 se procede a regular el cementerio interior mediante lotes funerarios que pertenecen al difunto y a su familia. La acumulación de enterramientos hace que en el siglo XVIII ya no se pueda seguir dando el servicio y podo después, las normas de salubridad impulsadas por Carlos III en 1787 obligan a realizar los enterramientos en cementerios exteriores, en Vitoria en 1809 se construiría el cementerio de Santa Isabel a la entrada de la ciudad.

La girola

De forma decágonal tiene un deambulatorio con tramos trapeciales que dan entrada a cinco capillas siendo las tres centrales de geometría hemidecagonal y las dos extremas trapezoidales. las capillas absidales se iluminan mediante ventanales que se abren al paso de ronda y se ubican entre los contrafuertes de las bóvedas. Las capillas de forma de trapecio tienen una única ventana, que también da al paso de ronda. Los muros que forman las capillas son parte de la muralla que circundaba la ciudad.
La cubierta de la girola y sus capillas son de crucería, siendo las del deambulatorio y las capillas extremas cuatripartitas simples y las de los absidiolos son bóvedas hexapartitas de plementos correspondientes a cada lado de la capilla y a su entrada.
Por el exterior no hay casi traza que detecte la girola a excepción de las ventanas y contrafuertes que se alzan sobre la muralla la cual oculta cualquier otro rastro de su construcción.

El transepto

Al contrario de la girola, el transepto es perfectamente visible desde el esterior del edificio. La altura de la nave central lo hace destacar sobre las capillas, la girola y las naves laterales. Es un espacio esbelto que ha quedado mermado en su amplitud por los soarcos del contrarresto. Tiene tres tramos en cada uno de sus brazos y desde él se accede al deambulatorio y a las capillas.
Está realizado en mampuesto con alguna sillería. En su lado oriental hay sendas capillas rectangulares que se ubican en los espacios libres entre dos torreones. Las capillas se iluminan con ventanas saeteras y se cubren con bóvedas ojivales cuatripartitas construidas en sillería.
El altar mayor queda cubierto con bóvedas de crucería de gran amplitud y ligereza, con arcos fajones y ojivas de menor sección y plementos más delgados que los de las bóvedas inferiores.
La nave se ilumina mediante ventanas abiertas en el muro este, de ellas 4 son de factura antigua y 2, las de los extremos, realizadas en la restauración de Lorente que también añadió unos arquillos en los testeros de la parte sur.

Capillas

Dentro de la catedral hay varias capillas de diferentes formas origen, las más relevantes son:
Capilla de San Bartolomé
Situada en el muro sur de la nave se accede a ella mediante una arco jónico con pilastras estriadas. Esta cubierta por bóvedas de crucería con terceletes y 9 claves. En la clave central se ha colocado el escudo de armas de lo Sáez de Maturana y las demás están decoradas con las figuras de los apóstoles y padres de la iglesia. En 1826 se enterró aquí a Prudencio María de Verástegui.
Capilla de la Concepción
Fue fundada por el canónico Fernán Martínez de Pangua a finales del siglo XVI en un temprano barroco. La portada es toscana con frontón roto en el que figuran dos escudos. Uno, el pequeño es del fundador de la capilla y el otro, el mayor, corresponde a Gabriel de Ortiz de Caicedo quien renovó la misma en el año 1578. Se halla en ella enterrado el fundador y el renovador y su esposa tienen sendas figuras orantes de alabastro.
Capilla del Santo Cristo y baptisterio
Capilla del Santo Cristo
Con planta octogonal y cubierta por una cúpula esférica que en el exterior es una bóveda de aljibe, fue construida por Francisco de Galarreta. El acceso es por la nave mediante una puerta con una reja de hierro toscana, sobre la misma un frontón roto y sobre él un escudo de armas.
Esta capilla fue utilizada como baptisterio de la catedral y en ella hay una pila bautismal. Bajo su suelo hay una cripta que ha sido utilizada como panteón episcopal. Esta cripta está recubierta por estuco de color azul ultramar, color del manto de la virgen en la iconografía medieval. Las escaleras de acceso y el basamento del cobre de bronce que se ubica en mitad del espacio de la cripta, está realizados en mármol negro de Marquina. En el cofre de bronce se guardan los féretros de los obispos Ramón Fernández de Pieola, Carmelo Ballester, Mateo Mújica y José María Larrrauri.
Capilla de los Reyes
Juan de Ugalde Garibay fundó esta capilla en la primera mitad del siglo XVI. En el siglo XIX se tuvo que clausurar intentando remediar los problemas estructurales del edificio al colocar en su interior un contrafuerte. Se volvió a abrir en la reforma de 1960 colocando un arco escarzano (arco que es menor que la semicircunferencia del mismo radio). Se ha utilizado como sanscritista de monaguillos y de sala de infantes del coro.
Capilla del nacimiento de Jesús
Se cerró en la reforma de principios de los años 60 del siglo XX para poner unas altas cristaleras que sustituyeron a las cancelas de madera.
Capilla de San José
A finales del siglo XVIII se construyó esta capilla aprovechando el espacio entre dos contrafuertes. Es una de las capillas de mayor devoción popular.
Capilla de Santa Elena o de Santa Victoria
Se realizó en el siglo XV y se reformó en el XVI. Sobre su entrada figura el escudo de armas de la familia Pérez de Anda. Fue Martín Pérez de Anda, propietario de la Torre de Anda ubicada junto a la catedral y que en la actualidad es el edificio más antiguo de la ciudad, quien la mandó construir.
Cabecera de la antigua Capilla de Santiago, hoy parroquia exenta de Santa María
Capilla de Santiago
Durante la segunda mitad del siglo XIV se construye en el extremo sur del crucero la capilla de Santiago. Se trata de un recinto de una sola nave con dos tramos que se cierra con un ábside hemidecagonal con anteábside recto. A los lados de la nave se ubican cuatro capillas, siendo las dos del lado sur más largas que las del norte. Esta capilla está adosada a la muralla la cual obliga a realizar la adaptación correspondiente a la que obedece la falta de simetría de las capillas.
La capilla quedaba a extramuros de la primera muralla y aprovecha la misma en los lados norte y oeste. La defensa aportada por la nueva muralla permite la realización de ventanales con vidrieras típicos del gótico.
La nave está cubierta por bóvedas de crucería de factura sencilla con ligaduras entre las claves realizadas por arcos fajones y ojivas. La fábrica es de sillería y se realiza mediante plementos de gran espesor y arcos de mediana rigidez.3
Está capilla se constituyó en parroquia independiente de la catedral manteniéndose abierta al culto en esta función hasta la actualidad.

El coro

El coro se sitúa a los pies de la nave. Se realizó en 1530 como parte del enriquecimiento del templo al ser convertido en colegiata. Se levanta sobre una bóveda de crucería de terceletes que tiene las claves con rica ornamentación realizada en estilo plateresco. El tema central es la Asunción de la Virgen. El resto de las claves están decoradas con santos, santas y apóstoles.
El coro se completa con un órgano de la firma alemana "Walcker de Ludwigsburg" que se realizó en el siglo XX reaprovechando partes de un órgano anterior del siglo XIX. La restauración del templo de los años 60 del siglo XX dañó el órgano, que se tuvo que restaurar en 1979.

La sacristía

En el siglo XVIII se construye, en la parte sureste entre la girola y el transepto, la sacristía. Esta es de planta octogonal y se cubre con bóveda de rasillas. Complementan esta estancia una serie de espacios adosados con entrada desde ella y desde la calle destinados a diferentes usos, almacén, despachos, trastero, aulas... que ocupan y se desarrollan en dos o tres pisos entre el nivel de la calle y el del piso de la Catedral. Algunos de estos espacios fueron construidos a la vez que la sacristía mientras que otros fueron agregados posteriormente.

Historia

El nacimiento del templo

La ciudad de Vitoria fue fundada sobre la aldea de Gasteiz en el año 1181 por el monarca navarro Sancho VI como parte de la línea de defensa del reino de Navarra con el de Castilla.4 Pocos años después, en el año 1200, la plaza es tomada por el rey castellano Alfonso VIII el cual, después del incendio que asoló la ciudad en el año 1202 emprendió una labor de reconstrucción de la misma expandiéndola hacia occidente con tres nuevas calles. Fruto de esa reconstrucción urbanística fue la Iglesia de Santa María, que nació con el objetivo de servir de perímetro defensivo amurallado a la renaciente ciudad.
La ciudad venía ya creciendo desde los asentamientos anteriores a su fundación, este crecimiento se produjo ininterrumpidamente desde, al menos, el siglo VII. El proyecto de Alfonso VIII sorprende por su magnitud. El templo debía de cumplir la doble función de servir en la defensa de la ciudad y de tener el rango acorde a la ciudad que se estaba levantando. La ubicación coincide con la antigua iglesia de la cual se aprovecha el ábside. Mientras se levanta la nueva construcción se realiza un templo provisional para mantener el servicio religioso a los fieles.
El templo se alzó como parte del perímetro fortificado de la ciudad, se conservan los paños más antiguos de la muralla cerrando la parte norte del pórtico y se calcula que la muralla tenía 7 metros de alto y 4 metros y medio de ancho.
El templo construido a comienzos del siglo XIII, que marcaría la forma sorprendentemente arcaica del transepto, tenía cripta y era sorprentemente castrense, integrado en la muralla defensiva de la ciudad. Esta primera edificación se conserva casi íntegramente en algunos tramos, como la zona norte del crucero, con muros de gran espesor y alturas de casi 20 metros.
La construcción de la catedral interfirió con la muralla de tal forma que obligó a tirar la puerta principal de acceso que se tuvo que reubicar al lado de la nueva construcción. La nueva puerta, que duro hasta el siglo XV, fue nuevamente derruida cuando se construye el pórtico que protege el ingreso principal a la catedral.
Los hallazgos realizados en referencia al templo anterior y la forma de construcción del actual son relevantes por las siguientes razones:
  • Se halla un resto monumental importante por su antigüedad y estado de conservación.
  • Se evidencia un templo anterior que se desconocia o ignoraba hasta la fecha y justifica carácterísticas constructivas del actual.5

El gótico

Durante el reinado de Alfonso X (1252-1284), el templo será modificado al gusto que venía de la vecina Francia, principalmente en su interior. Se selló la cripta y se procedió al revestimiento de los muros interiores. Durante la segunda mitad del siglo XIII y todo el siglo XIV se procedió a dotar al templo del aspecto gótico que presenta en la actualidad.
El proyecto se realizó en dos fases. En la primera fase se forró con sillería las paredes de mampostería. A la vez se abrieron ventanas en los absidiolos y en las capillas rectangulares contiguas a estos y se abovedó los techos de los absidiolos y la girola. Se acabó de construir la parte del paño occidental del crucero sur y nave de la epístola y se realizaron los pilares de separación entre las naves hasta el tramo segundo.
En la segunda fase, comenzada después de un tiempo de la primera y realizada por diferentes artesanos y con diferentes técnicas, se cierra el perímetro del templo levantando la portada de Santa Ana, levantan la capilla de Santiago, construyen el triforio en su zona central y realizan las bóvedas con materiales ligeros. Aún sin terminar la construcción la iglesia queda abierta al culto, suponiéndose que las bóvedas altas serían de madera.6

La colegiata

El 14 de febrero de 1498 la parroquia se convierte en Colegiata tras la bula del 7 de octubre de 1496 que trasladaba la Colegiata de Armentia, templo actualmente conocido como la Basílica de San Prudencio de Armentia, a Vitoria. Este traslado obedecía a la operación que la oligarquía de Vitoria realizó para prestigiar la ciudad. De esta forma Santa María pasa a ser Iglesia Colegial y centro eclesiástico del territorio.
Al elevarse la categoría del templo se comienzan a realiar reformas y actuaciones de embellecimiento del mismo. Desde finales del siglo XV y durante todo el XVI de realizan diferentes actuaciones; se construye la torre, el coro y las capillas de San Juan y de la Imacualda Concepción, así como los altares del Cristo, San Roque, San Marcos, San Prudencio, la Piedad, San Bartolomé, San José... y sepulcros como los de las familias de Ortiz de Caicedo, Cristobal Martínez de Alegría y Martín Sáez de Salinas.
En el siglo XVI se termina la parte alta del edificio, se cubren las nuevas construcciones con bóvedas de piedra y se cambián las bóvedas ligueras de los tramos viejos también por bóvedas de piedra. Para ello se precisa de la construcción de contrafuertes y arbotantes exteriores.
Estas actuaciones, que cambiaron radicalmente los equilibrios de fuerzas del edificio, fueron el origen de los problemas estructurales que acompañaron al mismo en su larga historia.6

Las deformaciones

El edificio original no había sido diseñado para soportar grandes empujes horizontales. La sustitución de la ligera bóveda de madera por una pesada bóveda de piedra dio lugar a la alteración del equilibrio estructural que no logró recuperarse con la construcción de los contrafuertes y arbotantes. El desequilibrio estructural se plasma en grandes deformaciones en los pilares y en los arcos y en la aparición de grietas en los muros en las bóvedas.
Otra vista de la Catedral.
Los problemas estructurales obligan en el siglo XVI a construir los arcos codales, que recibieron el nombre popular de "arcos del miedo". Aun así el deterioro avanza tanto que en el siglo XVII la situación es de amenaza de ruina inminente. Un documento de 1647 dice:
lo que al presente necesita reparar en dicha yglesia de Santa María es lebantar todos los tejados así de la nave principal como los cruceros... por estar fundados sobre las bóbedas, y ser esto causa de aber rebentado los arcos torales y cruçero y aber desplomado las paredes principales.7
Para aligerar las cargas se recrece el tejado, que apoyaba en las bóvedas, y en 1856 y 1870 el arquitecto Martín de Saracíbar construye dos grandes contrafuertes sacrificando las capillas de Santa Victoria y de los Reyes y ocultando la portada de Santa Ana.
En la década de los años 60 del siglo XX se realiza una intervención importante que tiene la finalidad de devolver el aspecto gótico original. Esta intervención influyó muy negativamente en los problemas estructurales agravando la situación considerablemente. Se sustituyeron los arcos codales por tirantes metálicos, se reabrieron vanos cerrados y se crearon nuevos y se recorta parte del contrafuerte que ocultaba la portada de Santa Ana para volver a sacarla a la luz, lo que ocasionó que empezasen de nuevo los movimientos del edificio hacia el oeste.
El deterioro del templo es tal que en 1994 es cerrado al culto y en 1997, la Diputación Foral de Álava, ante el estado general del edificio que se escora ineludiblemente, se plantea acometer un plan integral de restauración, con el fin de solucionar todos los problemas históricos y dotarlo de una estructura y cimientos sólidos que permitan su continuidad futura. Un año después se tiene el resultado del llamado "Plan Director de Restauración Integral" y se comienza la consolidación y restauración del templo que se espera finalice para el año 2012.

Restauración del templo

En la ceremonia de de inauguración de la restauración de los 60, en 1967, el entonces obispo de la diócesis, Monseñor Peralta, aseguraba que la catedral había recuperado su esplendor original y estaba salvada al menos para otros 600 años.
La restauración no fue acertada y 26 años después se cerraba el templo al culto por los graves problemas estructurales y la falta de mantenimiento y conservación desde la inauguración de la última restauración. El deficiente y complicado sistema de evacuación de aguas de las cubiertas produjo humedades, lo que unido a la falta de limpieza en los tejados y al desarrollo de vegetación en los mismos fueron dañando las estructuras lígneas de las cubiertas.
A los problemas estructurales crónicos y a las humedades se unió el daño causado por la contaminación atmosférica que se producía en los polígonos industriales que se ubican al norte de la ciudad y es traída por los vientos dominantes, esta contaminación produjo la meteorización de la piedra, particularmente en la torre, produciendo desprendimientos.
Los cambios litúrgicos y la desaparición de algunas actividades y funciones de la catedral provocaron que algunas dependencias se convirtieran en trasteros de materiales de culto no utilizados. La inauguración del la Catedral Nueva fue dejando sin función a la Catedral Vieja, que se mantenía con una misa diaria y una mayor los domingos, utilizando el órgano.
Enmarcada en el acuerdo entre la Diputación Foral de Álava y la Diócesis y amparado por la legislación que responsabilizaba a la Diputación del mantenimiento del patrimonio monumental, la Diputación toma cartas en el asunto y manda a un equipo técnico para comenzar el estudio de la degradación del edificio.
Se detectan fisuras laterales en los muros de sillería del encuentro de la nave lateral con la del crucero debidas al agotamiento por compresión de la piedra. Se agarban las fisuras de las bóvedas de la nave principal y del crucero con incidencia especial en el brazo sur, en los tramos 2º y 3º. Todas las fisuras eran de nueva creación, producidas después de la inauguración de 1967, evidenciando la reproducción de los problemas estructurales.
Como primera medida se intentó determinar el origen y el cuadro de fisuras y el margen de seguridad que se disponía para poder empezar a plantear las primeras actuaciones y la prioridad de las mismas.
En el año 1991 el arquitecto y Diputado Foral de Urbanismo y Arquitectura Álvaro Amann Rabanera decide actuar. Consultó con el ingeniero Giorgio Croci, profesor de la Universidad Sapienza de Roma, que se hallaba en Azpeitia, en un simposio internacional sobre cúpulas, bóvedas y arcos exponiendo sus investigaciones, sobre los problemas de la cúpula del Monasterio de Loyola.
En 1992 se constituyó un Grupo de investigación internacional bajo la dirección de Giorgio Croci en la que también participaba el departamento de Física Aplicada de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de San Sebastián.
El grupo de estudio se conformó con dos equipos complementarios que se centraron en el estudio del comportamiento estructural del edificio en las que utilizaron las teorías de simulación matemática de los comportamientos estructurales de edificios tipológicamente coherentes y el levantamiento de la planimetría.
Mediante el programa SUPERSAP se realizó un análisis elástico global del templo y con el programa ANSYS se realizó el análisis régimen elastoplástico y en grandes deformaciones. Se realizaron catas de material, se midieron tensiones en los sillares y se analizaron las características de la piedra y morteros usados en la construcción del templo. Se hicieron prospecciones en el interior y exterior del templo y se determinaron los niveles freáticos y la profundidad de los terrenos en los que se asentaba el edificio.
Excavaciones arqueológicas en la Plaza de Santa María
La complejidad estructural e histórica del edificio es tal que los datos recogidos distaban mucho de dar una imagen completa del mismo. La simulación realizada por ordenador no dio los resultados esperados al ser una construcción realizada con materiales muy heterogéneos. Esto llevó a la instalación de sensores que monitorizaron los diferentes parámetros del edificio, como la humedad, temperatura, inclinación, etc.
Después de un año y medio de estudios de los diferentes parámetros y medidas obtenidas, ambos equipos concretaron, en 1994, un documento en el que se exponía la existencia de un proceso evolutivo de ruina parcial y con riesgo para el uso del edificio. Se manifestaba la necesidad de concluir el levantamiento de planos y completar la documentación histórica. Esto sería el embrión del nacimiento del "Plan Director". Como efecto práctico, la catedral queda cerrada al público. El Plan Director de la Catedral se presentó en el Primer Congreso Europeo sobre Restauración de Catedrales Góticas que se celebró en Vitoria en 1998.2

El "Plan Director"

Se pueden distinguir 5 fases claves dentro del proceso de restauración:
  • Trabajos encaminados a mejorar la seguridad para acometer la restauración, principalmente en los refuerzos del edificio.
  • Restauración de la torre y el pórtico.
  • Reforzamiento de los pilares de las naves.
  • Cripta funeraria.
  • Estudio artístico del pórtico.
El presupuesto inicial era de unos 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas) a invertir en 10 años. Para gestionar todo este dinero y las aportaciones de los patronos, así como el propio Plan Director, surgió en 1999 a iniciativa de la Diputación Foral de Álava, la Fundación Catedral Santa María, que está formada por la Diputación Foral de Álava, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y el Obispado de Vitoria. En una primera etapa su gestión estaba estructurada mediante una dirección "bicéfalica" en la que el director gerente, Gonzalo Arroita, y el director técnico (el arquitecto Juan Ignacio Lasagabaster, coordinador del Plan Director para la Restauración Integral y entonces Jefe del Servicio de Patrimonio Histórico-Arquitectónico de la Diputación Foral de Álava) compartían responsabilidades. Desde 2008, es Juan Ignacio Lasagabaster quien asume la dirección general y actualiza la estructura de la Fundación de manera transversal mediante tres Áreas Funcionales coordinadas entre sí: Área Técnica, Area Gestión del Conocimiento y Divulgación y Área Económico-Administrativa.
El trabajo de restauración ya había arrancado en los años 1997-1998, con la primera fase que perseguía dotar al templo de una seguridad mínima para poder empezar las investigaciones arqueológicas en el subsuelo y realizar los primeros trabajos de consolidación y restauración.
Una vez iniciada la gestión por la Fundación creada al efecto y en la idea de que el proceso iniciado, aún teniendo una previsión de 10 años de duración, tenía que desarrollarse con el rigor y flexibilidad necesarios y, por lo tanto, poseía un alto grado de indeterminación en sus plazos y requerimientos, se tomó la decisión de que, en lo posible, todo este proceso se realizara de manera didáctica, accesible y participada a la sociedad alavesa. Para ello, conforme los trabajos fueron avanzando, y aprovechando las estructuras de apeo preventivo requeridas para asegurar la estabilidad de las naves durante la excavación del interior de la Catedral, se instalaron sobre ellas una serie de pasarelas elevadas por las que desde entonces se han podido visitar las obras de la catedral contemplando desde una perspectiva inmejorable todo el proceso de restauración de una catedral gótica del siglo XIII, así como los restos del urbanismo preexistente.
La labor desarrollada en la catedral ha servido para explicar aspectos significativos de la historia medieval de Vitoria, y ha propiciado hallazgos espectaculares, como el de la muralla fundacional de la ciudad que atraviesa la planta del templo actual, identificar la gran puerta de acceso a la villa, la más antigua de todas las que se conservan, que estaba integrada en el muro del pórtico norte, así como documentar y fechar la muralla fundacional de la Ciudad descubierta en el interior propiciando la puesta en valor de la misma con actuaciones ya realizadas a partir de entonces por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Además, en el subsuelo se han encontrado vestigios de otra iglesia anterior, y abundantes restos de enterramientos correspondientes a ambas iglesias (la actual y la anterior).

Metodología

La metodología utilizada en la restauración de la Catedral de Santa María se basa en la experiencia de los responsables de la misma en el mundo de la restauración e investigación del patrimonio arquitectónico. Se ha tratado de desarrollar una metodología de trabajo, con el empleo de las herramientas y especialistas necesarios, para tratar con un enfoque transdisciplinar e integral este caso tan complejo, evitando las aproximaciones excesivamente lineales, tópicas y/o parciales que por desgracia se suelen utilizar en este tipo de tareas. Asociar investigación, documentación e intervención como un todo indisoluble y necesariamente relacionado durante todo el proceso y convertir éste en una actividad cultural y didáctica, posibilita, además, que puedan ir adquiriéndose hábitos tendentes a la implantación de una cultura de la "conservación continua y preventiva" de los Monumentos.
Los problemas derivados de la propia construcción del edificio, considerada como un proceso histórico continuo y sus modificaciones y añadidos que han culminado en un precario estado del equilibrio físico del mismo, sumada a la infrautilización de las instalaciones, a la falta de mantenimiento y a la degradación del entorno urbano del complejo catedralicio, son las causas que llevaron a la dramática situación que aconseja la intervención de restauración. La alarma social creada por el desprendimiento de material de una bóveda de la nave sur del transepto, provoca la reacción de las Instituciones responsables y posibilita la utilización de las herramientas más potentes que se pudieron disponer para el estudio en la búsqueda de soluciones.
La compleja multiplicidad del cuadro de deformaciones solo se ha podido abordar desde una detallada documentación planimétrica de alta precisión realizada mediante técnicas fotográficas tridimensionales procesadas por aplicaciones informáticas específicas. La evolución histórica se aborda mediante técnicas y métodos estratigráficos de análisis de paramentos y excavación aplicando la disciplina hoy denominada arqueología de la arquitectura.
La recuperación del complejo catedralicio en la memoria colectiva ciudadana se ha conseguido mediante la exposición pública de los resultados de los diferentes estudios y abriendo las acciones de restauración al público así como mediante la publicación y difusión de toda esa información en tiempo real.
Los resultados del Plan Director dependen del buen entendimiento entre los técnicos conocedores del edificio y los responsables de la Administración Pública huyendo de las decisiones unilaterales y personales.5

Estudio

Como preparación a la intervención en el monumento se abre una fase de estudio con la doble intención de documentar y registrar el estado de la catedral y el de indagar en el origen de las patologías que sufre el monumento para poder así establecer un diagnóstico de las mismas.
En aras de conseguir el primero de los objetivos se realiza un profundo estudio para determinar la forma y geometría, las características de los materiales utilizados, la configuración de los elementos constructivos, las formas en las que han quedado los materiales en esa construcción, la historia del edificio, etc.
La intervención en el edificio obliga a realizar cambios en el mismo que variarán aspectos constructivos e históricos del mismo, por ello antes del comienzo de las actuaciones, y aprovechando el estudio, es necesario realizar un registro detallado de las características y del estado de la catedral.
La definición de las patologías que aquejan a la catedral, así como su origen y su diagnóstico es una de las tareas fundamentales que ha permitido llevar a buen puerto la intervención integral del edificio. Ha sido preciso definir y establecer un diagnóstico completo de las patologías mediante el estudio y los ensayos precisos que han permitido documentar, describir y localizarlas.
La fase de estudios fue una de las principales fases del Plan Director y sirvió para establecer un "modelo" de la Catedral que sirvió para dejar constancia documental del estado y definición del edificio al comienzo de las obras de restauración y para establecer un diagnóstico de las patologías que aquejaban al mismo permitiendo la búsqueda de soluciones concretas. El estudio fue la parte más importante y larga del Plan Director y en él intervinieron un gran número de especialistas de muy diversas disciplinas: topografía, química, mecánica, construcción, biología, geología, historia, arqueología, restauración, etc. Hubo que planificar los trabajos y desestimar aquellos que no eran necesarios, bien por su no idonicidad o bien por su repetición o coincidencia entre unos y otros.

Reconocimientos

Las obras del templo se han convertido en un referente mundial. El programa de visitas guiadas que ha atraído a más de 350.000 personas en 5 años ha trasladado a todas ellas la ilusión y la posibilidad de poder pasear y contemplar una de las catedrales góticas más bellas de Europa.
Además, se han desarrollado numerosos congresos, seminarios y conferencias con personalidades literarias como Paulo Coelho, Ken Follett, Arturo Pérez-Reverte o José Saramago.
Por el trabajo realizado, la Catedral de Santa María recibió el premio Turismo Vasco 2000, concedido por el Gobierno Vasco así como el premio Europa Nostra 2002, la máxima distinción que la Unión Europea concede a los trabajos de restauración y conservación del patrimonio.

Otros acontecimientos

Como se ha señalado anteriormente, la Catedral ha sido escenario de numerosos acontecimientos. El 9 de enero de 2008, Ken Follett presentó en el Pórtico de la Catedral, que en la actualidad está acristalado y provisto de bancos y megafonía para su uso como centro cultural, su novela Un mundo sin fin, continuación de la conocida Los Pilares de la Tierra. El autor quería reconocer la inspiración que el templo le había prestado y la ayuda que había recibido de la Fundación.

Visitas a las obras

Actualmente la catedral de Santa María se encuentra en proceso de restauración, sin embargo bajo el lema "Abierto por Obras" existe un programa de visitas guiadas por la obra. El acceso al centro de interpretación y visitas está en la Plaza de las Burullerías, subiendo las escaleras, lugar desde donde comienza la visita.
La "Fundación Catedral Santa María Fundazioa" que gestiona el proceso de restauración, y los actos relacionados con la catedral tiene su sede en la calle Cuchillería nº 95.
En un futuro, cuando las obras de restauración finalicen el acceso principal estará como antaño en la plaza de Santa María números 19-20. Las calles Fray Zacarías Martínez y el cantón de Santa María limitan el templo por el oeste y el norte respectivamente. El pórtico, que es actualmente lugar en el que se celebran diversos actos y cuya restauración está prácticamente finalizada, es accesible durante estos eventos a través de la entrada por uno de sus arcos en la calle Fray Zacarías Martínez.

  1. Catedral de María Inmaculada de Vitoria

    Catedral de María Inmaculada de Vitoria
    Vitoria - Catedra Nueva 0000.JPG
    Tipo Catedral
    Advocación María Inmaculada
    Ubicación Vitoria, Flag of Spain.svg España
    Coordenadas 42°50′43″N 2°40′37″OCoordenadas: 42°50′43″N 2°40′37″O (mapa)
    Uso
    Culto Iglesia católica
    Diócesis Vitoria
    Orden Clero secular
    Arquitectura
    Construcción 1907-1969
    Fundador José Cadena y Eleta
    Estilo arquitectónico Neogótico
    La Catedral de María Inmaculada de Vitoria (País Vasco, España) es un templo católico situado en el céntrico barrio de Lovaina de la capital alavesa. Construida en estilo neogótico en la primera mitad del siglo XX, su advocación precisa es María Inmaculada, Madre de la Iglesia, aunque popularmente es conocida como la Catedral Nueva, fórmula empleada para distinguirla de la más antigua Catedral de Santa María, un templo gótico de los siglos XIII y XIV edificado en la parte alta de la ciudad, a su vez conocido como la Catedral Vieja. El culto regular se celebra en la cripta catedralicia, bajo la girola, funcionando dicho espacio como parroquia homónima. El templo, entre los más voluminosos de España, es también la última gran catedral erigida en el país, si bien se trata de una construcción incompleta, ya que la falta de financiación dejó sin realizar una serie de elementos arquitectónicos que habrían dado lugar a una catedral de trazado muy vertical, en lugar de la horizontalidad resultante del incumplimiento del proyecto original, y con una decoración mucho más recargada. Su principal valor radica en la riqueza escultórica, en muchos casos correspondiente al estilo modernista, que ornamenta los paños de las naves y el ábside en el exterior, así como las capillas de la girola, el transcoro y la cripta en el interior.

    Historia

    1ª época constructiva (1907-1914)

    En el solar que ocupaba antiguamente el Convento de las Brígidas, justo al lado del Parque de la Florida, y triangulando entre las calles Luiz Heinz, Cadena y Eleta y Magdalena, las obras arrancaron el 4 de agosto de 1907 sobre los planos de los arquitectos Julián de Apraiz y Javier de Luque y con el impulso del entonces obispo de Vitoria, monseñor José Cadena y Eleta, quien quería dotar a la diócesis -que entonces cubría las tres provincias vascas- de un templo-sede acorde con las necesidades eclesiásticas que la vieja Catedral gótica de Santa María, situada en el punto alto del Casco Viejo de la ciudad, estaba lejos de satisfacer por su pequeño tamaño y problemático estado de conservación.
    Al acto de colocación de la primera piedra, celebrado con todo fasto, asistieron los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, la reina madre María Cristina, el nuncio vaticano monseñor Rinaldi, obispos de la provincia eclesiástica, y representantes de la Corte, el Gobierno y las instituciones locales.
    La primera fase de las obras discurrió con gran ritmo y celeridad, tomando parte en las mismas obreros y artistas de toda España y también extranjeros. Las obras quedaron paralizadas en 1914, con la llegada del nuevo obispo Melo y Alcalde, tras haberse rebasado el presupuesto inicialmente adjudicado, que era de 5 millones de pesetas, y quedar por levantar cuatro quintas partes de la mole proyectada. En esta primera fase quedaron terminadas la cripta (inaugurada en 1911, la girola, las partes bajas de los pilares de sus cinco naves (hasta una altura de 8 metros) y gran parte de los paramentos exteriores de las fachadas, siendo los materiales de construcción y decoración la piedra natural y el mármol, extraídos en su mayoría de canteras de distintos puntos del País Vasco y Navarra.

    2ª época constructiva (1946-1969)

    Las popularmente llamadas "ruinas" de la Catedral se cubrieron de yedra y maleza. Las obras no se reanudaron hasta 1946, una vez acabada la Guerra Civil y obtenida nueva financiación, con el impulso del obispo Carmelo Ballester Nieto y bajo la dirección de los arquitectos Miguel de Apraiz Barreiro (hijo de Julián) y, en menor grado, Antonio Camuñas Paredes.
    Maqueta del proyecto original de la Catedral.
    La construcción avanzó de forma pausada, respetando el estilo inicial pero incorporando las nuevas técnicas del hormigón y la piedra artificial. En 1949 se terminaron la girola y la parte baja hasta el crucero. Hasta 1952 se construyeron la nave alta del presbiterio, la portada lateral norte y un torreón rebajado en lugar del cimborrio original. Entre 1960 y 1963 se colocaron las vidrieras realizadas en la primera época, y en la girola los relieves realizados por el artista Enrique Monjo para el trasaltar. Entre 1964 y 1969 se cubrió el resto de la Catedral sin añadir los arbotantes exteriores, innecesarios al aligerar los pesos y fortalecer la fábrica la utilización de los nuevos materiales arriba citados.
    Aunque inconcluso, el templo fue consagrado el 24 de septiembre de 1969 por el cardenal legado Dell'Acqua, acompañado de varios arzobispos y obispos españoles, y en presencia del jefe del Estado, el general Franco, su esposa y el Gobierno casi al pleno.
    Faltaba por construir toda la fachada principal a los pies del templo, incluido el pórtico y dos majestuosas torres gemelas chatas, al estilo de Notre-Dame de París, según un modelo simplificado que suprimía los chapiteles contemplados en el proyecto original, desaparecidos al igual que el cimborrio del crucero y una abigarrada decoración arquitectónica en vertical basada en gabletes y pináculos que habría cubierto todo el alzado, produciendo un resultado visual a caballo entre la Catedral de Burgos y la Catedral de Milán. Las torres albergarían en su interior las oficinas de la Curia, un museo, una residencia, y otras dependencias diocesanas. Aun así, el coste adicional era desmesurado. Desaprobado por la mayoría del clero y la opinión pública vitorianos, el proyecto concerniente a las torres fue cancelado y en su lugar se construyó un pórtico rematado en una gran terraza.
    Esta obra quedó concluida en 1973, siendo titular de la diócesis el obispo Francisco Peralta, gracias a la confluencia de dotaciones económicas procedentes de la Diputación Foral de Álava, el Ayuntamiento de Vitoria, el Ministerio de Vivienda y numerosas donaciones privadas, la más cuantiosa de las cuales fue hecha por el mecenas local Félix Alfaro Fournier y la familia vitoriana Viguri Martinez de Ilarduya. Tres años después, las naves de la Catedral serían el marco para el funeral de los obreros muertos en los sucesos del 3 de marzo de 1976.
    Planta de la Catedral.

    Descripción

    El edificio, de imponentes proporciones, consta de 5 naves longitudinales, la principal y cuatro laterales, un crucero de tres naves, una girola de dos naves con siete capillas absidiales, pórtico, cripta y sacristía. Con sus 118 metros de ábside a pórtico, sus 48 metros de ancho entre los dos testeros del crucero y sus 35 metros de altura en el crucero, se trata de la segunda catedral más grande de España después de la Catedral de Sevilla. Su planta de cruz latina recuerda a la de la Catedral de Chartres y cubre una superficie de 5.750 metros cuadrados, pudiendo cobijar en su interior a 15.000 personas.
    El principal interés artístico del templo descansa en su riqueza escultórica, que presenta acusadas variaciones estilísticas por las diferentes etapas constructivas. En la cripta y en los paños exteriores del ábside pueden contemplarse numerosos relieves en arquivoltas, entrepaños, frisos, capiteles historiados y motivos escultóricos que combinan la iconografía religiosa con otra de temática profana, fantástica y vegetal, sorprendiendo esta última por su imaginación y no pocas veces por su audacia satírica. Todo el conjunto rebosa simbolismo y advertencia moral. También las vidrieras responden a distintos gustos y concepciones estilísticas.
    Pórtico de la fachada principal.

    Arquitectura y escultura exteriores

    Fachada príncipal y pórtico

    Orientada a los arranques de las calles Becerro Bengoa y Prado, la fachada, aun desprovista de torres, presenta un alto frente, abierto en su parte inferior por el pórtico o nártex dispuesto en tres grandes arcos apuntados, de mayor tamaño el central, y en la parte superior por un gran rosetón-vidriera sobre la terraza. Mide 22 metros de altura y se apoya en ocho machones dispuestos en dos filas de a cuatro. Los vértices de las aristas está coronados por pináculos neogóticos estilizados. El remate de la nave central, coronado por una cruz, lleva una orla de arquerías ciegas en su parte superior. Sobre el crucero de la nave se eleva un corto y macizo cimborrio cuadrado.
    Interior del pórtico.
    En las portadas exteriores del pórtico se han esquematizado al máximo las arquivoltas, cinco en la principal y tres en las laterales, desapareciendo en éstas las escenas historiadas y cualquier otra decoración. La estatuaria de la fachada, dispuesta en los arranques de las arquivoltas entre peanas-basas apoyadas en pares de columnas, que sí están labradas con motivos historiados o vegetales, y doseletes, está inconclusa. Los bultos que han sido tallados y colocados en sus hornacinas hasta la fecha -único trabajo constructivo que sigue activo a día de hoy- incluyen a Padres de la Iglesia y otros santos y santas.
    Otras hornacinas vacías figuran en el interior del pórtico, donde los accesos al templo reproducen el esquema de triple portada apuntada, aunque ahora bajo tres grandes tímpanos con bajorrelieves. El de la izquierda, dando paso a la nave del Evangelio, representa el Nacimiento y Adoración de los Pastores. El central, a María Inmaculada rodeada de estrellas. Y el de la derecha, dando paso a la nave de la Epístola, a Pentecostés. Los tres tímpanos fueron labrados entre 1975 y 1979 por el artista Aurelio Rivas. En la hilada interior del columnario se eleva un apostolado modelado en piedra artificial por el escultor Florentino Trapero entre 1964 y 1965, y apoyado en basas historiadas, tallas que corresponden a la primera época constructiva.

    Fachada septentrional

    Orientada a la calle Magdalena. En su parte central, dando acceso al brazo septentrional del crucero, se abre una portada con gran arco gótico abocinado cuyo espacio para el tímpano es ocupado por un gran rosetón. El cuerpo superior lo cubre un balcón cerrado con un gran ventanal-vidriera en lo que es el testero del crucero. A sus lados, peanas vacías de estatuaria y dos ventanales que en su día iban a cubrir vidrieras alusivas a la muerte de San José y bajo cuyos botaaguas discurren unas escocias o frisos con relieves de la primera época.
    El friso de la izquierda, tallado por Francisco Nieto, Fernando Sánchez y Gaspar Casas, representa escenas de la Guerra del Rif de 1909. El de la derecha, obra de Francisco País, J. M. Aramburu y Juan Payés, contrapone la Escuela Religiosa y la Escuela Laica. Este relieve es un testimonio del conflicto educativo vivido entre Iglesia y Estado en los años (1910-1912) del Gobierno de José Canalejas, promotor de la enseñanza laica y del control de la actividad cultural de las órdenes religiosas.
    Entre esta portada norte y el pórtico del pie del templo discurren cinco ventanales y otros tantos paños que se corresponden con los cinco primeros tramos de la nave lateral, hasta el crucero. Los entrepaños (lienzos ornamentales de pared bajo los ventanales) están decorados con orlas vegetales que cobijan diversa vegetación. Sobre éstos corren frisos de mármol blanco ornamentados también con especies vegetales.
    Las gárgolas en lo alto de los aleros fueron labradas por Manuel y Aurelio Rivas entre 1964 y 1965; representan figuras tomadas del Libro del Apocalipsis.

    Ábside

    Paño absidial de la Capilla del Sagrado Corazón de María.
    Orientado a la calle Luiz Heinz, enlaza con la fachada septentrional mediante dos paños de pared, correspondientes a los dos tramos interiores del presbiterio, en los que apenas se ha realizado el desbaste de la piedra. Todo el ábside está coronado por gabletes rematados en florones cruciformes; sus gárgolas, de temas monstruosos, son muy esquemáticas.
    El cuerpo semicircular se divide en siete tramos, correspondientes a las siete capillas de la girola interior. Cada tramo consta de tres paños muy estrechos en comparación con su altura y cada paño se divide en tres partes. La parte inferior, al nivel del suelo, la conforman las arquivoltas de los ventanales ojivales de la cripta y los capiteles en los que descansan; las arquivoltas centrales están decoradas con figuras alegóricas y las laterales con temática vegetal; los capiteles presentan labra a base de plantas, animales nocturnos y criaturas fabulosas.
    Visión de conjunto del ábside.
    La parte intermedia consta de un entrepaño cuadrangular que en los paños centrales presenta motivos ornamentales alusivos a la advocación de la capilla y a sus patronos, con los escudos respectivos, y, coronando éste, un friso o escocia que es igualmente historiado en los paños centrales. Ambos motivos en los paños laterales, o son de temática vegetal o están, en líneas generales, menos elaborados. Por último, marcando la verticalidad de la fábrica, está la parte superior que forman los ventanales y los gabletes.
    Los motivos escultóricos más llamativos de este conjunto son los de las arquivoltas de los ventanales de la cripta, donde proliferan los aspectos lúgubres de la vida terrenal y de ultratumba, mezclados con escenas profanas y seres fantásticos en actitudes violentas. En algunos casos las figuras recuerdan en su estilo los grutescos del arte Plateresco.
    A continuación, se describe la ornamentación de cada tramo absidial, arrancando por la parte norte y terminando por el sur:
  2. Capilla del Sagrado Corazón de María
Originariamente de San José. Arquivoltas centrales: escenas del pecado de la sensualidad con demonios y parejas lujuriosas entre yedras. Arquivoltas laterales: cardinas, yedras y otros vegetales. Entrepaños: alegoría con los instrumentos de trabajo de la carpintería de San José. Friso central: escenas del trabajo de San José y de su muerte. Autores: Luis Echeverría (friso), J. M. Leánder, J. M. Fuentes y Francisco Baises.
  • Capilla de Navarra
Arquivoltas centrales: la gentilidad, representada por gigantes y atlantes, en estado salvaje, y humanos afligidos por el pecado original, entre parras. Arquivoltas laterales: saúcos. Entrepaño central: escudos de Navarra y San Francisco Javier. Friso central: la obra evangelizadora de los misioneros navarros. Autores: Gaspar Casas (friso), Aniceto Arregui, Andrés Torrero, Tirso Madame y Valentín Hernández.
  • Capilla de Guipúzcoa
Arquivoltas centrales: la Muerte, representada por hombres sosteniendo niños muertos, entre aves, alimañas y vegetación exuberante. Arquivoltas laterales: yedras y hojas de parra. Entrepaño central: escudos de Guipúzcoa y Loyola, ornados con anclas, cuerdas y cadenas. Friso central: San Ignacio herido en batalla y las misiones jesuitas en América del Sur. Autores: Jaime Lluch (friso), Ángel Lucarini (friso), Felipe Lobo, Gaspar Casas, Lulio Sánchez, Pedro Domínguez, Julián Asteasu, Valentín Hernáez y Enrique Bieto.
  • Capilla de Nuestra Señora del Rosario
Arquivoltas centrales: Niños jugando, a medio tallar. Arquivoltas laterales: hojarasca, adormideras y amapolas. Entrepaño central: símbolos del Santo Rosario. Friso central: la aparición de la Virgen a Santo Domingo y Santa Catalina de Siena, y el triunfo de la Iglesia sobre los herejes. Autores: Luis Fernández (friso), Federico Baucells, Alfredo Quintana, Juan Casas, Luis Fernández, Pedro Domínguez y Vicente García.
Vitoria - Catedral Nueva 33.jpg Relieve de arquivolta absidial en la Capilla de Guipúzcoa Vitoria - Catedral Nueva 34.jpg Relieve de arquivolta absidial en la Capilla del Sagrado Corazón de María Relieve de arquivolta absidial en la Capilla de Álava Relieve de arquivolta absidial en la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús
Motivos escultóricos en las arquivoltas absidiales del exterior.
  • Capilla de Vizcaya
Arquivoltas centrales: la Muerte, representada por cadáveres y esqueletos. Arquivoltas laterales: girasoles, hojas de laurel y roble. Entrepaño central: faltan de labrar los escudos de Vizcaya y Begoña. Friso central: tipos populares vizcaínos, baserritarras y pescadores. Autores. Tirso Madame (friso), Antonio Márquez (friso), José Sort, Jesús Arizti, Francisco Celada, Juan Casas y Tirso Madame.
  • Capilla de Álava
Arquivoltas centrales: el Infierno, representado por condenados, entre serpientes, dragones, cadenas y llamas. En los capiteles, escenas de parejas en romería (la mudanza de las cosas humanas). Arquivoltas laterales: rosas, espigas y amapolas. Entrepaño central: a medio labrar el escudo de Álava y otro espacio para escudo vacío. Friso central: escenas de la vida de San Prudencio. Autores: Alfredo Alánder (friso), Juan Pares (friso), Balbino Echoguíbel, Federico Baucells, José Pérez, Vicente García, Andrés Torrero e Isaac Díez.
  • Capilla del Sagrado Corazón de Jesús
Arquivoltas centrales: el Castigo, representado por demonios alados entre escenas de condenación y tormento, y vampiros atacando a una pareja. Arquivoltas laterales: ramos de flores y cardinas. Entrepaño central: sin apenas labor escultórica. Friso central: escenas de la vida de Jesús, con Antonio de Padua. Autores: Jaime Lluch (friso), Enrique Bieto, José Bieto, Juan Casas, Juan Terrán, Alfredo Guijarro.
El ábside conecta con la fachada meridional mediante dos paños de pared, correspondientes a los dos tramos interiores del presbiterio y que como sus equivalentes en el lado norte están sin labrar. En ellos se abre la comunicación a la cripta, bajo el nivel del suelo, puerta que en origen estaba destinada al acceso al futuro y nunca construido claustro.

Fachada meridional

Orientada a la calle Monseñor Cadena y Eleta y el Parque de la Florida. Es simétrica y prácticamente idéntica a la del norte. Flanqueando la entrada, relieves de la primera época, con la Lucha y la Paz de los Monjes, representando los esfuerzos evangelizadores y civilizadores de la Iglesia, y los Artistas de la Catedral, representados en caricatura, afanados en sus trabajos. Ambos frisos fueron ejecutados por Vicente García, Ángel Lucarini, Bernabé López, Francisco Parés, Bernardo López y Agustín Llera.
Fachada meridional
Entre esta portada sur y el pórtico del pie del templo discurren cinco ventanales y otros tantos paños que se corresponden con los cinco primeros tramos de la nave lateral, hasta el crucero. Los entrepaños presentan molduras y rosetones, apoyados en figuras alegóricas o caprichos vegetales. Los frisos sobre ellos presentan temas variados vegetales y animales.
Las gárgolas de esta fachada, talladas por Aurelio y Manuel Rivas entre 1964 y 1965, hacen referencia a soldados de la Guerra Civil, pudiéndose encontrar un soldado con máscara antigás, otro de transmisiones gritando por teléfono, el miliciano artillero o un auxiliar moro con turbante y alfanje.

Naves y crucero

Bóveda del crucero.
La nave central mide 14 m de ancho, 8 las intermedias, y las externas laterales, una mide 6,5 m y otra 2 m. Las medidas interiores son 96 m de ábside a puerta y 47 m de anchura en el crucero. La nave central tiene una altura de 35 m y las laterales 17,5 m. Las bóvedas son de crucería sencilla, sin nervio espinazo y barlongas (más anchas que largas). El tramo central del crucero, a falta de cimborrio, se cubre con una falsa bóveda circular, poco cóncava, apoyada sobre pechinas y cuya nervadura forma una estrella de ocho puntas. Todas las plementerías están enjalbegadas. En los cuatro pilares que sostienen los arcos torales que enmarcan esta bóveda hay unas hornacinas vacías ideadas para albergar imágenes de los cuatro Evangelistas.
A todo lo largo de la nave central y el crucero, entre la ventanas y los arcos formeros, discurre un hermoso triforio. Cada tramo de triforio se divide en tantos arquillos y maineles como calles y parteluces segmentan las vidrieras superiores. Las vidrieras son de vidrio blanco excepto las que ocupan los testeros de los dos extremos del crucero; éstas son, como se anticipó arriba, vidrieras con rosetón y están coloreadas al igual que las que hacen la función de tímpano de las portadas de acceso bajo ellas. Igualmente coloreada es la gran ventana-rosetón que preside la fachada principal.
Las caras interiores de las tres portadas están flanqueadas por pináculos adosados y coronadas, en bajorrelieve, por grandes escudos: el de Álava y Vitoria, sostenido por leones rampantes, en el testero norte; el de España, en el testero sur; y el papal de Pablo VI, sostenido por ángeles, en el pie de la nave central. Estos escudos pétreos fueron tallados por los hermanos Aurelio y Manuel Rivas.
Nave central y cabecera Nave central Nave central y pie Brazo meridional del crucero Brazo meridional del crucero
Aspectos de la nave central, el crucero y el transepto.
Nave alta de la Capilla Mayor

Cabecera

Presbiterio y Capilla Mayor

Se encuentran elevados metro y medio sobre el suelo de las naves y ocupan una superficie de 350 metros cuadrados. Presiden la estancia la Sede del Obispo, hecha en piedra y mármol rojo, con el escudo del obispo Peralta Ballabriga, y el Altar, también de mármol, con la inscripción tallada de San Agustín: SACERDOS ET ALTARE IPSE CHRISTUS. En torno a la cátedra episcopal, el Coro de Canónigos, de madera, del siglo XVI, con arcos conopiales y columnas jónicas, procedente del Monasterio de Santa María de Barría, cenobio de monjas cistercienses del norte de la provincia de Álava. En el presbiterio descansa también un órgano electrónico de la marca Baldwin.
La nave alta del presbiterio recibe la luz a través de 13 vidrieras figurativas, profusamente policromadas, construidas en 1954 por la casa Vidrieras de Arte de Bilbao. En ellas pueden identificarse las figuras de los Apóstoles, los Evangelistas, Padres y Doctores de la Iglesia, Adán y Eva, la Virgen María, San José, San Juan Bautista, el arcángel San Gabriel y San Prudencio, patrón de Álava. Sobre los pilares, hornacinas vacías destinadas a las imágenes de los cuatro profetas mayores y la familia de la Virgen. Las repisas, doseles y capiteles llevan vegetación y alegorías del agro alavés.

Trasaltar

Los siete paños de su paramento están ornamentados por otros tantos bajorrelieves hechos en alabastro por Enrique Monjo, colocados como se adelantó arriba entre 1960 y 1963, en la segunda época constructiva. De izquierda a derecha, vistos desde la girola, sus motivos son:
Relieve de la Puerta del Paraíso.
  • Dones y Frutos del Espíritu Santo
  • Predicación de Jesús
  • Vida Celestial
  • Puerta del Paraíso
  • Vida Temporal
  • La Traición
  • El Castigo
Ocupando el paño central, el relieve de la Puerta del Paraíso constituye una exaltación de la Santísima Trinidad, formando un Árbol de la Vida a cuyos pies discurre la Fuente de la Vida. De la escena de majestad dividida participan ángeles, arcángeles, santos, vírgenes y ancianos.

Girola

Está formada por dos naves concéntricas, cuyo arco de círculo tiene un radio de 23 metros y una superficie de 700 metros cuadrados aproximadamente. Su muro es festoneado por siete capillas, cada una de las cuales la forman tres planos, correspondientes a los tramos del ábside exterior. De norte a sur, son:
Relieve de la Capilla absidial de Álava.
  • Capilla del Sagrado Corazón de María
  • Capilla de Navarra
  • Capilla de Guipúzcoa
  • Capilla de Nuestra Señora del Rosario
  • Capilla de Vizcaya
  • Capilla de Álava
  • Capilla del Sagrado Corazón de Jesús
Cada capilla está decorada con grandes escudos tallados en piedra relacionados con las provincias o advocaciones religiosas a las que están dedicadas, y con bajorrelieves historiados. La Capilla central de Nuestra Señora del Rosario, donada en 1908 por doña Felicias Olave, presenta la decoración más rica, por la escultura y la ornamentación de los nervios de las bóvedas. En su centro se sitúa un altar de mármol proyectado por Julián de Apraiz para la capilla de las MM Reparadoras en 1923 y ejecutado por el escultor José Ríu. A su entrada se sitúa una reja, procedente de la Capilla de los Velascos en la derruida parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Galarreta. La forja está rematada con los blasones de los Ocáriz.
Las vidrieras de la girola, ejecutadas entre 1912 y 1914 por la casa madrileña Maumejean, forman una abigarrada corona de mártires, santos, confesores y vírgenes que brilla bajo ricos doseletes y pináculos vítreos de tonalidades doradas. Una tercera colección de vidrieras, representando figuras más estilizadas y movimientos contorsionados, filtra la luz del ábside alto.

Cripta

La Cripta.
De planta semicircular, al igual que la girola bajo la que se extiende, es sin duda la parte más acabada de la catedral. Fue consagrada el 17 de septiembre de 1911. El espacio, profusamente decorado, estaba destinado a servir de sepultura de obispos y actualmente está consagrado para el oficio religioso como Parroquia de María Inmaculada.
Su acceso original es a través de la Puerta del Paraíso, en el trasaltar, la cual da paso a una amplia escalinata de descenso con pasamanos de mármol y bajo bóvedas de crucería que nacen de ménsulas con animales fantásticos. Su acceso actual es a través de una puerta que, bajo el nivel del suelo, se abre en un paño de pared recto situado entre el ábside y la portada meridional.
El espacio se divide en siete capillas, cada una de la cuales consta de dos bóvedas ricamente ornamentadas con claves con figuras alegóricas. El altar de la cripta está presidido por el Cristo de la Buena Muerte, talla del escultor Emilio Molina y realizada en mármol de Carrara. Las vidrieras, tres por cada capilla y 21 en total, representan escenas de muerte y resurrección en un estilo realista y de colores rotundos.
Podría asegurarse que la cripta es un auténtico museo de escultura modernista; aparte de su arquitectura, el trazado de la bóvedas, claves y ventanales inferiores están inspirados en la cripta de la Sagrada Familia de Barcelona. En la estancia se disponen esculturas de bulto redondo, relieves y capiteles historiados.
Sepulcro del Obispo Fdz. de Piérola.
La más destacada de las labras exentas es el Sepulcro del Obispo Raimundo Fernández de Piérola, fallecido en 1904 y primer donante de la Catedral, que representa al prelado en bulto yacente. Se trata de un trabajo de estilo neogótico tallado en 1910 en mármol de Carrara por Francisco Ceballos Montenegro.
En el eje de la girola se encuentran cuatro grandes esculturas alegóricas de las Virtudes Cardinales, éstas realizadas en estilo modernista. La Justicia, La Prudencia y La Fortaleza son marmóreas, mientras que La Templanza está modelada en yeso. Sus autores son Juan Piqué, Manuel Lucena, Ángel Lucarini, Francisco Bares y José Ríu. Los costados que cierran el semicírculo de la girola acogen cuatro grandes tímpanos labrados en mármol con gran maestría y delicadeza. Los bajorrelieves representan el Descendimiento del Cuerpo de Cristo, La Música, Las Ofrendas y La Redención. Su modelado y tallado corresponden a los artistas Moisés Huerta, Jaime Lluch, Julio Espiago, Juan Piqué, Francisco Pares, Eusebio Molina, Luis Fernández, Fernando Santos y Gaspar Casas. En la entrada, bajo los tímpanos de Las Ofrendas y La Redención, aparecen asimismo dos esculturas representando La Justicia, y a Tobías y el Arcángel San Rafael.
Las siete capillas se encuentran divididas por seis grandes columnas de fuste múltiple cuyos capiteles, corridos a modo único relieve secuencial, narran los siguientes temas: Pecados Capitales (I), Obras de Misericordia, Escenas del Nuevo Testamento, Obras de Misericordia, Pecados Capitales (II), Temas Varios. La iconografía es asimismo muy variada e imaginativa, mezclando las escenas religiosas y las profanas (fantasías mitológicas, naturaleza, crítica social), en los capiteles adosados a las paredes de la cripta. En estos trabajos los autores destilan una ironía en la que se conjugan la crítica social con el aleccionamiento moral.

Horarios de visita y culto

La Catedral está abierta: Lunes a Viernes, de 10.00 a 14.00 h. y de 16.00 a 18.30 h.; Sábados, de 10.00 a 14.00 h.; Domingos, de 11.00 a 14.00 h. El horario de misas en la parroquia de María Inmaculada alojada en la cripta es: días laborables, a las 9,00, 12,30 y 19,30 h.; días festivos, a las 10,30, 11,30, 12,30 y 19,30 h.

Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava

Artículo principal: Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava
Desde 1999 la girola catedralicia sirve de espacio para el Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava, que recoge una rica muestra del patrimonio artístico religioso de la provincia, dividida en secciones de talla en piedra, talla en madera, pintura sobre tabla, pintura sobre lienzo, orfebrería y mobiliario litúrgico.




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